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Inglaterra (1905 - 1990). Director, guionista y productor británico nacido el 30 de Septiembre de 1905 en Bekesbourne, Kent, y fallecido el 19 de Febrero de 1990 en Avening, Gloucestershire. Ingresó al mundo del cine a los 20 años en Niza, Francia, con Rex Ingram. A fines de los 1920s, trabajó en los Estudios Elstree para Harry Lachman y Alfred Hitchcock. Durante los primeros años de la década del 30, dirigió una serie de producciones de bajo presupuesto en Inglaterra. Después de filmar THE EDGE OF THE WORLD (1937), una visión personal de la lucha de un hombre contra la naturaleza, creó junto al guionista alemán Emeric Pressburger, THE SPY IN BLACK (1939) con la actuación de Conrad Veidt. Luego de filmar la remarcable fantasía para niños THE THIEF OF BAGDAD (1940), formó una sociedad con Pressburger para su propia compañía de producción, Archers. Algunos de los logros más importantes de Powell-Pressburger incluyen THE LIFE AND DEATH OF COLONEL BLIMP (1943); A CANTERBURY TALE (1944); I KNOW WHERE I'M GOING! (1945); A MATTER OF LIFE AND DEATH (1946); NARCISO NEGRO (1946) y LAS ZAPATILLAS ROJAS(1948), el trabajo más prestigioso de Archers y citada como una de las más bellas historias de ballet alguna vez hecha. Su preocupación por la técnica, su estilo visual y su actitud hacia el arte y la vida quedan claramente reflejados en NARCISO NEGRO y en LOS CUENTOS DE HOFFMAN (1951). Esta última es su más magnífico intento de fusionar las artes en una película, rivalizando en este contexto sólo con la película de Disney FANTASÍA (1940). Después de la disolución de la sociedad con Pressburger en 1956, realizó su más notable trabajo, la controvertida PEEPING TOM (1960). Un filme realmente brillante, que significó, paradójicamente, el fin de su carrera por causa de los ataque de la crítica absolutamente extremos. Esta película única, ha sido revivida y elogiada posteriormente por Martin Scorsese, entre otros, como una de las grandes películas sobre la sicología del cine. Aunque es reconocido como uno de los principales realizadores ingleses, Michael Powell pagó un enorme precio por cultivar su visión personal en un contexto de cine nacional totalmente encontrado con sus preocupaciones artísticas. Su énfasis en el uso de la imaginaria y el color ha inspirado a toda una generación de realizadores, incluyendo a Ken Russell, Nicolas Roeg, John Boorman y Derek Jarman.
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