|
|
|
Juan Luis Caviaro 24 de julio de 2010 ( Fuente Blog de Cine)
Aprovechando que, por fin, se ha estrenado en España lo nuevo de Jaco Van Dormael, ‘Las vidas posibles de Mr. Nobody’ (‘Mr. Nobody’, 2009), he decidido recuperar la entrevista que pude hacerle al director belga durante los días que estuve cubriendo la última edición del festival de Sitges. Allí vi la película y (como ya sabéis los que seguisteis mi pequeña odisea) quedé extasiado, realmente impactado y conmovido por lo que me pareció una sensacional (y bellísima) forma de contar una fantasía íntima, personal. Es una propuesta poco convencional que recuerda a su ópera prima, la prestigiosa y estupenda ‘Totó el héroe’ (‘Toto le héros’, 1991); no digo más, si tenéis la suerte de poder verla, no os la perdáis, es algo diferente y sólo por eso creo que vale la pena.
Sobre la vida, las opciones y las preguntas
En la película se muestran muchas emociones y se juega con la manera en la que recordamos nuestras experiencias… y con todo esto a mí me quedó la sensación de que la película es un canto a la vida, que invita a disfrutar al máximo de nuestra existencia. ¿Es esto lo que usted pretendía comunicar?
Bueno, no he querido compartir una actitud… Mi intención era más bien la de compartir dudas, lanzar cuestiones… ¿Por qué somos como somos? ¿De dónde viene nuestra personalidad? ¿Qué percepción tenemos de la realidad? ¿Hay buenas y malas decisiones, o todas son interesantes? ¿Somos realmente libres para decidir?
Conocí a un premio nobel de física que escribió un último libro antes de morir, y en él destruía todo lo que había mantenido hasta entonces [risas]. Su postura me gustó, todavía le interesaban las cuestiones, pero ya no quería las respuestas.
Entiendo eso, y no es por simplificar su obra, pero me da la impresión de que usted da a entender, o quizá me equivoco, que en el fondo da un poco igual lo que elijamos, que todas esas opciones no son tan relevantes, que lo importante es vivir intensamente lo que tenemos, nuestro presente.
Sí, probablemente. Es posible que lo único que tenemos que aprender es vivir lo que nos toca, vivir el ahora, sin arrepentimientos, y sin preguntarnos cómo sería nuestra vida si hubiésemos elegido otras opciones. Pero aun así... [risas] A mí me resulta muy interesante planteármelo. Algo que me resulta muy curioso es cómo cambia nuestra manera de entender esas opciones, o las posibles otras vidas que podríamos llevar, conforme pasa el tiempo.
Cuando era más joven, siendo un adolescente, no me preocupaba nada de todo esto porque pensaba que tenía tiempo por delante para cambiar con los años, si me arrepentía. Con treinta, pensaba que en realidad no hay manera de cambiar nada, que sólo tenemos una vida. Ahora, con cincuenta, que ya no tengo tantas opciones… [risas] Me planteo qué habría pasado si hubiera elegido otros caminos, pero estoy seguro, tranquilo, con lo que hago, con mi trabajo. Sé que todo no es posible. No podemos tener todo. Y me alegro de tener sólo esta vida, una vida está muy bien, es fantástico. El momento más importante de mi vida sucedió cuando fui padre. Desde entonces, dejé de tener muchas opciones, mi vida estaba más dirigida hacia un camino al tener una familia, ya no había sitio para tantas dudas. Las cosas sucedieron así y lo acepto. Me alegro que así sea… lo prefiero.
Hay un personaje, un periodista, que intenta comprenderlo todo, que trata de simplificarlo todo y entenderlo. ¿Es su manera de criticar una postura ante la vida, y también, ante su propia película?
No era mi intención… [risas] Para mí, el periodista es el público, y hace las preguntas que haría éste, si pudiera formularlas, le dice que no está solo. Incluso sabe menos o intuye menos de lo que puede hacerlo el público. Es una idea que me gusta. Pensar en la película de una manera clásica y luego romper las reglas, pero incluir a alguien que intente entender qué está pasando. Es lo que ocurre en ‘Amadeus’, hay un personaje que no comprende lo que ocurre, y esto le da al espectador la tranquilidad de saber que es normal que también esté perdido. Creo que es acertado incluir a alguien que va más lento que el público.
La estructura, la hoja y los ojos
La estructura de ‘Mr. Nobody’ es realmente peculiar, es parecida a la que tiene ‘Totó el héroe’. ¿Cómo planifica algo así, cómo llega a ella?
No escribo mis historias linealmente, no pienso en ellas de principio a fin. Me gusta escribir en tarjetas y jugar con la estructura. A cambiar las tarjetas de sitio constantemente, ver cómo casan unas con otras, y cómo queda el conjunto. Así que lo que hago es sentarme a teclear en mi máquina de escribir, escenas sueltas, nunca algo lineal, y luego veo como creo que encajan mejor todas las piezas. Al final pueden ser en torno a 600 o 700 tarjetas, ordenadas en tres bloques, como los tres actos, y las voy cambiando todo el tiempo, incluso durante la fase de montaje también vuelvo a ellas y las reorganizo. Pero me resulta muy útil este método.
A lo largo de la película la cámara se fija en una hoja que revolotea por el cielo, y también, si no me equivoco, en un pájaro. Me gustaría saber qué sentido le da usted a estos elementos, ¿puede ser una idea de destino, otra cuestión en torno a si tenemos un camino marcado?
Sí, la hoja es como las alas de una mariposa, y está relacionada con la idea de que todo es una compleja interacción de elementos diminutos, que hacen que la vida sea así. Es como la teoría del caos. No creo en Dios, no creo en la fortuna, no creo en el destino. Creo que el mundo, la vida, está hecha de caos, es muy compleja, y creo que eso es lo interesante, sin que haya un dios. Siempre estamos buscando una razón y un significado, pero yo creo que no lo hay, que la existencia no tiene sentido. Pero no podemos evitar seguir preguntándonos el porqué de las cosas.
Los ojos tienen mucha relevancia en la película, hay muchos planos dedicados a los ojos de los protagonistas. ¿Es quizá por qué parece que no cambian a lo largo de nuestra vida, que siempre son los mismos?
Bueno, sí cambian, especialmente el color, pero entiendo lo que dice, parecen los mismos… Es algo a lo que llegué después de escribir el guión. Y me dio algún que otro problema, por cierto. En un principio, el personaje que interpreta Diane Kruger lo iba a hacer Eva Green. Pero cuando estábamos a la mitad del rodaje, Eva me dijo que se había comprometido con Disney para otra película, y que nos tenía que abandonar. La cuestión es que ya habíamos rodado escenas de su personaje siendo una niña, y cuando conseguimos a Diane la hicimos morena, pero nos dimos cuenta que no tenía el mismo color de ojos que la pequeña. Aun así, lo dejamos, porque son como los de Jared Leto, y los emparejaba perfectamente, los unía en cierta manera. Intenté hacer una cosa pero salió otra, y me pareció bien.
|
|
|