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De padres griegos, estudió Derecho en la Gray’s Inn Law School de Londres y ejerció como abogado desde 1948. Atraído desde joven por el teatro y el cine, estudió también en la Central School of Speech and Drama y siguió un curso de dirección teatral en la Old Vic School, una de las escuelas de teatro más prestigiosas del mundo. Abandonó entonces su carrera como abogado para trabajar como productor de programas de radio para la BBC, al tiempo que actuaba como actor en el teatro. A principios de los años cincuenta se trasladó a Grecia, donde en 1953 dirigió su primer film, Kyriakatiko Xypnima, en el que se apreciaban las influencias del teatro clásico griego y el cine de René Clair. En sus siguientes películas, Cacoyannis pasó de la comedia al drama de costumbres, al análisis de la realidad griega. Entre sus obras más dramáticas de esta primera época destacan Stella (1955), historia de la lucha de una cantante para romper las rígidas barreras sociales en su carrera hacia la felicidad, y To koritsi me ta mavra (1956), de fuerte influencia neorrealista, en la que retrata de forma magistral los quemados paisajes de la isla de Hydros.
Su estilo poético y al mismo tiempo realista se pone de manifiesto especialmente en la mejor y más famosa de sus películas, Zorba el griego (1964). Protagonizada por Anthony Quinn en una de sus más grandes interpretaciones, cuenta la historia de la amistad entre un joven escritor y Alexis Zorba, un extraño y vitalista personaje que le enseña a disfrutar de la vida plenamente. La extraordinaria banda sonora de Mikis Theodorakis se convirtió en un clásico y la imagen de Quinn bailando el sirtaki bajo el cegador sol de Grecia dio la vuelta al mundo y pasó a formar parte de la historia del cine. Irene Papas completaba el reparto.
El éxito de Zorba el griego le abrió las puertas de los mercados internacionales y le dio la posibilidad de dirigir con financiación británica la irregular The day the fish came out (1967), con la que no consiguió los resultados esperados. Entre el resto de la producción de Cacoyannis como director destacan sus acercamientos a personajes de la tragedia y la mitología griegas, como en Electra (1962) o Las troyanas(1971), en las que pone al día cuestiones eternas como el crimen y el castigo en el marco de la Grecia contemporánea.
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