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cantante y actriz argentina, madre del también cantante Diego Torres, nace en Avellaneda, Provincia de Buenos Aires, bajo el nombre de Beatriz Mariana Torres, el 26 de marzo de 1930 y muere en Buenos Aires el 14 de septiembre de 2002de . Debutó en el Teatro Avenida en 1942, inmediatamente fue contratada para cantar en el colmao El Tronío y en Radio El Mundo, donde trabajó durante nueve años, para luego pasar a Radio Belgrano. También cantó en Goyescas, importante sala de música internacional. Hizo televisión, radio, cine y teatro. Realizó giras por Uruguay, Brasil, Chile, Cuba, Estados Unidos, España y Rusia. Justamente en la ex Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas alcanzó un éxito sin precedentes con ningún otro artista argentino. Aunque comenzó su carrera cantando solo música del género español, años después incursíonó en diferentes ritmos que la convirtieron en prestigiosa intérprete de música internacional. Fue nombrada Ciudadana Ilustre de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires un mes antes de su fallecimiento.
Nadie sabe que pequeña acción puede cambiar el rumbo de una vida. Con once años, Beatriz Mariana Torres envió una foto a un concurso de nuevos valores de Radio Splendid, la llamaron, interpretó temas hispanos y lo ganó. Su presentación llamó la atención del actor Manolo Paredes, que estaba presente en el estudio y al ver a la talentosa niña la recomendó al maestro de arte flamenco Ramón Zarzoso.
Con esa premura que trae el azar,-dijo La Nación el 26/3/2005- no pasó mucho para que Beatriz Torres se convirtiera en Lolita Torres. “Tiene una voz cruda, su afinación es perfecta, es una española hecha y derecha”, aseguró Zarzoso. “La recién llegadita de España” como se dio a conocer en aquellos tiempos, lo más ibérico que tenía eran sus canciones, porque su origen estaba ligado al paisaje industrial de Avellaneda.
Un año después, en mayo de 1942, con el permiso de un juez de menores, Lolita subió al escenario del Teatro Avenida para cantar dos canciones en el espectáculo “Maravillas españolas” y grabó un disco interpretando los temas “El gitano Jesús” y “Te lo juro yo”.
“Por un tiempo creyeron que yo era española y eso provocó el estallido en la comunidad hispana. Cuando se enteraron de que era argentina no tuvieron el menor prejuicio y me siguieron apoyando. El tema del manejo de un español más castizo es un viejo interrogante que ni yo puedo resolver, no sé, me viene de adentro y eso que mis padres eran argentinos”, aclaró la artista, años después.
En sus comienzos, la niña Lolita, que hoy cumpliría 75 años, alternaba sus escasas horas de juego con los estudios radiales de El Mundo, Belgrano y Splendid y las tablas de El Tronío, donde la vio el director de cine Luis Bayón Herrera que la invitó a participar de su film “La danza de la fortuna” (1944), protagonizado por Olinda Bozán y Luis Sandrini. Así, con pequeños gigantes pasos, la cantante hizo su primera aparición en la pantalla grande, que la tendría como protagonista en 1951 junto a Ricardo Passano en el largometraje “Ritmo, sal y pimienta”, en la cual dio su primer beso. Ese film motivó un mito sobre su vida: si existía o no una cláusula en sus contratos que prohibiera los besos. Lolita siempre negó este hecho, pero el rumor se difunde en los cientos de notas biográficas que se escribieron -y se escriben- sobre su carrera. Sin dudas, un condimento más para su aura.
Los eslabones de la suerte y del esfuerzo se encadenaron en la vida de la artista, que supo alternar sus conciertos con sus actuaciones en cine, teatro y televisión. Pero fue el séptimo arte lo que la hizo cruzar distantes fronteras, tan lejanas como la Unión Soviética, donde su figura fue furor a raíz del film “La edad del amor” (1953), que motivó giras por provincias rusas. “Ya ni la barrera del idioma se impone en las canciones porque algunos aprendieron el castellano para expresarme su cariño. Ellos perciben la sinceridad del cantante y por eso se entregan”, comentó a su regreso al país.
Su romance con los seguidores de América latina nunca fue comparable con el más aplacado recibimiento de la gente en España, aunque allí también se destacó.
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