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El 19 de agosto de 1945, a las 3 de la madrugada, en la Maternidad Sardá de Parque Patricios, nació Roberto Sánchez, el primero y único hijo de la pareja formada por Vicente Sánchez e Irma Nydia Ocampo.
El chico nació con un peso de escasos 1,800 Kg. y terminó en incubadora, aunque poco después era un robusto y sano muchachito que correteaba por las calles de Valentín Alsina.
Cuando Robertito tenia trece años, la Escuela República del Brasil organizó un acto escolar para alguna fecha patria, y aunque él ya no asistía al colegio, la celadora sabiendo que él y sus amigos solían hacer algunas imitaciones musicales, los invitaron a participar.
Así fue como decidieron hacer una parodia de una actuación de Elvis Presley en un programa de TV.
Uno de los chicos se disfrazó de Blackie, que por entonces era quien entrevistaba en sus programas a las figuras internacionales, y entrevistaba a “Elvis” que era, naturalmente, Roberto. Con ropas prestadas por la madre de uno de los chicos, un jopo conseguido a fuerza de “kilos” de fijador y patillas pintadas con corcho.
Luego del reportaje en “ingles”, el supuesto Elvis cantó su primera canción, haciendo fonomímica del disco del Rey, con gran aceptación del publico...el problema fue que al poner el otro tema, el disco se rompió y el “artista” tuvo que cantar a capella el tema de Elvis...y así lo hizo, y se llevó todos los aplausos.
A partir de allí, y de a poco, aprendió a tocar la guitarra con Enrique Irigoytía, otro chico del barrio, y formaron varios conjuntos de música moderna: Los Caribes, el Trío Azul, Los Caniche de Oklahoma, hasta formar el grupo que denominaron “Los de Fuego”, formado por Enrique Irigoytía, Lito Vázquez, Héctor Centurión, Armando Lujan, y Roberto Sánchez, Sandro. En este grupo, Roberto no era el cantante, sino la guitarra líder, porque según el, era el que menos mal tocaba la guitarra.
El conjunto se presentó en varios lugares, con relativo éxito y mayor o menor aceptación, hasta que consiguieron que el representante artístico Mario Naon, que por entonces representaba al exitoso grupo “Jakie y los Ciclones”, los escuchara en un baile en el Club Bomberos de Avellaneda.
Allí, quiso la casualidad o el destino que el cantante, Héctor Centurión, se quedara sin voz, y que además se le rompieran las cuerdas de la guitarra a otro de los integrantes, así que Roberto le pasó la suya y, ya sin instrumento, se dedicó solamente a cantar....y a hacer todo lo que después lo haría famoso: bailar, moverse y tirarse por el suelo al ritmo del rock. La gente deliraba, y el empresario del club exigía que abandonaran el escenario.
Pero a Naon le gustó el conjunto, y decidió ser su manager, haciendo un par de cambios: Roberto pasaría a ser definitivamente Sandro, el nombre que su madre le había querido poner al nacer y que el Registro Civil no permitió; y además el grupo pasaría a llamarse “Sandro y Los de Fuego” repitiendo la formula de su otro exitoso grupo.
En octubre de 1967, ya prácticamente como solista, Sandro participa del Primer Festival Buenos Aires de la Canción, ante la sorpresa de muchos que aun lo consideraban rocker y no entendían como podía participar en un festival de música melódica....pero, para sorpresa de todos, y a pesar de que casi no había podido ensayar con los músicos por una huelga, cantó su tema “Quiero llenarme de ti” y...barrió con todos. Ganó por un voto sobre Daniel Toro y a partir de allí su carrera comenzó a ascender cada vez mas.
En 1969 protagonizo su primera película “Quiero llenarme de ti”, que fué un enorme éxito, y luego “La Vida Continua” que siguió por el mismo camino.
No solamente se convirtieron en éxito en Argentina, sino también en buena parte de América Latina: Venezuela, Puerto Rico, Santo Domingo, Costa Rica, Ecuador, México y hasta la parte latina de los Estados Unidos. Ya estaba llegando a ser “Sandro de América”.
En 1972 logro cantar por primera vez con enorme éxito en el Luna Park de Buenos Aires, donde nunca antes había cantado un artista argentino.... El suceso fué total.
En 1978, después de 5 años sin cantar en Buenos Aires, realizó un espectacular recital en el teatro Opera, que fué transmitido en directo por el canal 13, y se llamó “Sandro: 5 años después”, y que además fue a total beneficio de COAS, una entidad de ayuda a las cooperadoras de los Hospitales Municipales de Buenos Aires.
En 1982, Sandro aceptó un contrato del Canal 2, Telemundo, de San Juan de Puerto Rico, para protagonizar una telenovela con actores y actrices locales.
La novela se llamó “Fue sin querer” y obtuvo un éxito total en la Isla del Encanto, y en la parte Latina de USA. En Argentina solo se vió, y no completa, cinco años después, por el canal 2.
El año 1992 fue muy difícil para Roberto Sánchez, mas que para Sandro, porque luego de varios meses de luchar contra un cáncer, falleció su madre, doña Nina. Todo esto le trajo algunos problemas de salud, que derivaron en una internación con un pre-infarto, en los primeros meses de 1993.-
La temporada de Sandro en el Gran Rex con “Gracias... 35 años de amores y pasiones” empezó el 16 de octubre, con 26 funciones totalmente agotadas, y terminó el 28 de febrero de 1999, con un nuevo record de 40 funciones consecutivas, y habiendo logrado que el teatro, por primera vez en sus casi 100 años de vida, estuviera abierto durante el verano.
El 1º de julio de 2000, Sandro realizó su única presentación del año, en el Luna Park, y para una fiesta privada del aniversario de la empresa de venta de cosméticos “Avon”. Siete mil de las mejores vendedoras de la empresa disfrutaron de un recital de dos horas de Sandro.
El 22 de junio de 2001, cuando Sandro presentó en Rosario, una vez mas, en el teatro “El Circulo”, su nuevo espectáculo teatral-musical “El hombre de la rosa”, donde lo acompañaban además, los actores Juan José Camero y Matías Santoianni, quienes estaban a cargo de la parte teatral del show.
El debut fue un éxito total, pero era evidente que el cantante no pasaba por su mejor momento de salud. El mismo explicó al comenzar el show, que además de su enfisema, venía con una fuerte bronquitis, y que en algún momento había pensado en suspender la actuación, pero después “Me dije....Rosario es mi novia, y no podía dejar de venir a visitarla”.
Naturalmente, su estado de salud, sumado a los nervios del debut y de no estar en la plenitud de sus condiciones físicas, le hizo mas difícil cumplir una performance como las que nos tiene acostumbrados. Sin embargo, el show se hizo como siempre, y solamente dejo de cantar dos temas, pero terminó como siempre, con “Penumbras”, que se llevó todos los aplausos....aunque la imagen que claramente se vio por TV y personalmente quienes estuvimos allí, cuando se retiraba del escenario, haciendo señas por una mascara de oxigeno...no contribuyó precisamente a tranquilizar a su publico.
Ya, en el recital del día siguiente, sábado 23 de junio de 2001, Sandro había echado mano a su ingenio, y en esa oportunidad utilizó lo que después daría en llamar “el micrófono de Mac Gyver”. Así fue que Sandro y su kinesiologo, Ivan Guevara, le adhirieron al micrófono un cañito plástico conectado a un tubo de oxigeno, por el cual le daban dosis de oxigeno cuando lo necesitaba en el transcurso del espectáculo, y la cosa empezó a funcionar muy bien.
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