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En 1937 Joseph (conocido también como Joe) Barbera comenzó lo que luego se convertiría en más de 60 años de sociedad con William Hanna. Las internacionalmente afamadas leyendas de los dibujos animados crearon una famosa colección de personajes animados sin rivales en la animación mundial para televisión. Disfrutaron de una de las relaciones más exitosas y duraderas en la historia del entretenimiento y juntos crearon algunos de los personajes más reconocibles y amados del mundo como Tom y Jerry (para MGM), Huckleberry Hound, Los Picapiedras, Los Supersónicos, Scooby-Doo, El Oso Yogui y Jonny Quest, entre otros.
Interesantemente ninguno de los dos comenzó su carrera en el campo de la animación - Hanna era ingeniero y Barbera banquero, y cuando los dos se unieron, el resultado fue algo lleno de magia. La carrera de animación de Hanna comenzó durante la Depresión cuando se empleó en Harman-Ising, la unidad de animación de Hollywood que creó los dibujos animados originales de Looney Tunes y Merrie Melodies. En 1937, Hanna fue contratado por MGM como director y redactor. Varias semanas más tarde Barbera se sumó al equipo como caricaturista y guionista. La sincronización precisa de comedia y habilidad para manejar talentos creativos de Hanna fueron el complemento ideal para la gran capacidad de animación e instintos narrativos de Barbera.
Cuando Hanna-Barbera Producciones abrió sus puertas en 1957 los dos hombres desarrollaron un proceso de animación limitado que revolucionaría la forma en la que los dibujos animados eran producidos, resultando en una efectividad de costos que les permitió crear varias temporadas de animación clásica para televisión.
Al equipo no le llevó mucho tiempo armar una fenomenal variedad de shows desde El Show de Huckleberry Hound ganador de un Premio Emmy® hasta los amados Oso Yogi y Tiro Loco McGraw. En 1960 triunfaron con la primera comedia sobre situaciones de la vida cotidiana para televisión: Los Picapiedras. La inolvidable familia de la Edad de Piedra tomó al mundo por sorpresa y se tradujo a más de 80 idiomas. En un momento Hanna y Barbera podrían haber proclamado sin equivocarse, "A cada hora del día alguien en algún lugar del mundo está mirando Los Picapiedras".
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