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Nieta del candidato a Primer Ministro Laborista George Lansbury, Angela Lansbury nació en Londres el 16 de octubre de 1925.
Abandonó Reino Unido al estallar la guerra en el último buque que permitía atravesar el Atlántico, instalándose en Estados Unidos en 1941. Allí aceptó papeles de reparto que pronto le darían fama. En National Velvet (1944) encarnó a la hermana de Elizabeth Taylor. En Luz que agoniza (George Cukor 1944), interpretó al ama de llames de Ingrid Bergman, papel que le valió su primera candidatura a los Oscar. Al año siguiente repetiría la hazaña al ponerse en la piel de una joven actriz que se suicidaba al ser abandonada por su novio en El retrato de Dorian Gray. Ese mismo año se casó con Richard Cromwell, de quien se divorciaría doce meses después. Afortunadamente para ella pronto contraería segundas nupcias con el productor Peter Shaw (1949). En lo profesional guardaba un contrato con la Metro Goldwyn Mayer, compañía bajo la cual rodó El estado de la unión — en la que encarnó a una mujer amargada por el recuerdo de su padre difunto — Sansón y Dalila (Cecil B. DeMille, 1949), interpretando a Semadar, la hermana mayor de Dalila; y Los tres mosqueteros (George Sydney, 1948), donde apareció ataviada como Ana de Austria.
Dos años más tarde obtendría la nacionalidad estadounidense.
El nacimiento de su hijo Anthony Shaw en 1952 la apartó del cine durante la década, en la que apenas intervino en algún filme como Mamá nos complica la vida (Vincente Minnelli, 1957), y El largo y cálido verano, donde interpretó a la amante alcohólica de Orson Welles. En 1962 se produjo su regreso con El mensajero del miedo (John Frankeheimer). Su papel de madre posesiva, ferviente anticomunista, casi le proporciona un Oscar a la mejor actriz de reparto que cayó en el último momento en las manos de la actriz Patty Duke.
Con la popularidad recuperada, Angela Lansbury volvió al teatro donde representó obras como Mame y espaciando sus intervenciones cinematográficas, entre ellas la llevada a cabo en La historia más grande jamás contada (1965).
La década de los setenta arrancó con el estreno de La bruja novata (Robert Stevenson, 1971), cinta de la Disney en la que Lansbury interpretó a la Señorita Price, una solterona que emplea sus conocimientos de brujerías para combatir -con la ayuda de unos niños huérfanos que acoge en su casa- a las tropas nazis que asolan Reino Unido. Doce meses después recibía una candidatura a los Globos de Oro.
En 1978 reverdeció laureles al encarnar a Salomé Otterbourne en Muerte en el Nilo (John Guillermin), protagonizada por su ex cuñado Peter Ustinov. Las condiciones precarias de rodaje — la actriz tuvo que compartir camerino con Maggie Smith y Bette Davis — pronto se vieron recompensadas. Su papel de escritora de novelas eróticas alcoholizada y que tenía que afrontar una posible demanda de difamación le llevó a las puertas de los BAFTA. Por su parte la National Board of Review la proclamó la mejor actriz de reparto del año. La crítica incidió en la preferencia de Angela Lansbury por los papeles con mayor edad que ella misma.
Los productores de Muerte en el Nilo, John Brabourne y Richard Goodwin, satisfechos con su trabajo le ofrecieron la posibilidad de interpretar a Mrs. Marple en El espejo roto (1980), donde compartió cartel con Tony Curtis, Elizabeth Taylor, Kim Novak, Rock Hudson, Geraldine Chaplin y Edward Fox. A partir de entonces se consolidó su imagen de señora mayor, rebosante de sabiduría y humanidad, capaz de comprender los problemas de los demás de un sólo golpe de vista y disminuirlos a base de buenos consejos, vitalidad, serenidad, humor, paciencia y afecto.
Cuando su marido Peter Shaw produjo la serie Se ha escrito un crimen en que se acentuó esa imagen. Su papel de Jessica Fletcher, escritora de novelas policiacas aficionada a resolver asesinatos, le proporcionó una notable flecha que se tradujo con múltiples candidaturas a los Premios Emmy — ninguna traducida en una estauilla — así como varios Globos de Oro.
En pleno éxito profesional, Neil Jordan la llamó para encarnar a Angela Carter en el título de culto En compañía de lobos. A pesar de ello decidió avanzar en su carrera televisiva compaginando su trabajo en la serie con algún telefilme como Mrs. Harris goes to Paris, junto a Omar Sharif, el doblaje de películas de animación — cf. La bella y la bestia, Anastasia — y algunas apariciones públicas como la que llevo a cabo en 1993 cuando entregó el Premio Jean Hershoft a Elizabeth Taylor por su labor humanitaria.
En 1995 finalizó la emisión de Se ha escrito un crimen, volcándose en la enseñanza del oficio de actor. Entre sus alumnos podemos destacar a Mathew Goode. Así mismo tuvo que atender a varios problemas familiares.
En 2002 falleció su marido. Para sobrellevar la pérdida, Angela Lansbury retomó su carrera, protagonizando más telefilmes sobre Jessica Fletcher y regresando a la gran pantalla con La niñera mágica (Kirk Jones), sobre un guión de Emma Thompson. Empero una rotura de la rodilla le impidió participar en la adaptación de The Last Unicorn.
En Muchachada Nui es la hija adolescente que aparece en Los Klamstein.
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